A principios de año se inauguró una estatua de Francisco de Quevedo en Vejorís, donde estaba su "casa solariega más solariega que otras, pues por no tener tejado le da el sol a todas horas".
Ya que entonces no pudimos ir a verla, puesto que teníamos otras actividades programadas por aquellos días, esta mañana hemos alargado hasta allí el paseo al parque de San Martín, previsto desde septiembre, y la hemos visitado.
Junto a ella hemos repasado lo investigado sobre el escritor y el autor de la escultura y nos hemos sacado una foto.
Al terminar, hemos regresado al parque de San Martín a jugar un rato antes de volver al cole, esta vez ya en autobús.
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